Escrito por Javier Merino (@JavierMerinoGar)
Caparrós y sus jugadores no vivirán precisamente unas navidades tranquilas, por lo menos en lo que al fútbol respecta. La plantilla del Granada CF ha visto como el sueño de ser el equipo revelación del campeonato doméstico se ha transformado, tras una racha nefasta de 12 partidos sin ganar en Liga, en la pesadilla de acabar el año en los puestos de descenso a la Liga Adelante. Una zona en la que el Granada no acababa una fin de semana en descenso desde hacía 57 jornadas, cuando lo hizo por última vez algo más de 2 años atrás.
La parroquia rojiblanca empezó la temporada plagada de ilusiones. Para compensar el vacío que dejaron las ventas de jugadores importantes como Brahimi (galardonado como mejor africano de la Liga durante la temporada pasada) o Bryan Angulo y el final de las cesiones del malaguista Recio y el central "red", Tiago Ilori, Quique Pina trajo a Babin, Juan Carlos (cedido), Larsson, Javi Márquez, Oier, Sissoko (cedido), Rubén Rochina, Jhon Córdoba, Luis Martins y Eddy Silvestre. Pero el cambio más importante se produjo en el banquillo: el experimentado Joaquín Caparrós ocupó la plaza que había dejado vacante Lucas Alcaraz, siendo esta última la incorporación que más motivó a la afición.
Y esas esperanzas de los aficionados granadinos se vieron correspondidas nada más comenzar el campeonato. El equipo granadino consiguió 8 puntos en las 4 primeras jornadas, jornadas que acabó en puestos europeos, llegando a alcanzar al final de la 2ª jornada la 4ª plaza, que da acceso a la fase previa de la Liga de Campeones. Tras ganar por 2 goles a 1 con remontada incluida al Deportivo, recién ascendido a Primera, el conjunto rojiblanco vio cómo la victoria se le escapaba al final del encuentro disputado a domicilio ante el Elche y no consiguió pasar del empate sin goles en el Nuevo Los Cármenes ante el Villarreal. Sin embargo, los chicos de Caparrós volvieron a vencer por la mínima en uno de los mayores fortines del fútbol español, el Nuevo San Mamés.
Pero a partir de ahí la cosa se torció. La primera derrota del año fue tan inesperada como la hazaña ante el Athletic. El Levante, que llegaba colista a Granada, se llevó los 3 puntos a casa gracias a un golazo de Rubén en un partido en el que los locales no llegaron a chutar a portería. Después llegaron 3 derrotas más: un abultado 6-0 en el Camp Nou, un polémico 2-1 en el derbi ante el Málaga y el 0-1 ante el Rayo, cuyo gol lo marcó Manucho en el minuto 93. Los finales de partido han sido la peor faceta del cuadro nazarí, que ha perdido 8 puntos en los minutos fatídicos, por 2 ganados en este tramo de los encuentros.
La preocupante racha de derrotas terminó en la jornada 9, en la que se empató a un gol a domicilio contra el Eibar. Pero en la siguiente jornada, el Real Madrid, que rozó la "manita" en Los Cármenes (0-4), acabó con la esperanza de reaccionar del equipo andaluz. Este empató sin goles en los 2 siguientes partidos: a domicilio ante el Celta y en su estadio en el derbi andaluz contra el Almería. Pero el siguiente derbi andaluz dejaría en evidencia sus graves carencias defensivas, y es que el Granada perdió 5-1 en el Pizjuán.
Siguiendo con su racha irregular, el equipo granadino empató a un gol en casa frente al Valencia, perdió 2-1 con un gol al final del partido en Cornellá y volvió a empatar a un gol frente a su público en el partido que le enfrentó al Getafe, acabando el año en 18ª posición con 13 puntos, los mismos que el Deportivo y el Almería, ya en los puestos de permanencia. Mientras tanto, el equipo apeó al Córdoba de la Copa por un global de 2 goles a 1 y se enfrentará al Sevilla en octavos.
En resumen, el comienzo de temporada en Granada ha sido bastante irregular y decepcionante. La incapacidad de los andaluces para conseguir al menos una victoria liguera en los últimos 3 meses le ha hundido en la clasificación. Estas vacaciones, a los jugadores y al cuerpo técnico les toca reflexionar para hacer valer el tópico "Año nuevo, vida nueva" y obtener la permanencia entre los grandes de nuestro fútbol por 4º año consecutivo.
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